Como llevo menos de un año con mi actividad profesional
centrada en internet, empecé a finales de enero, y estas van a ser las primeras
Navidades que paso con la web, se me ha ocurrido recuperar las felicitaciones
de los últimos años.
Lo siento, puedo parecer cursi pero me gusta hacer
felicitaciones de Navidad. Para mí es como dar mi agradecimiento a toda la
gente que aprecio y que confía en mi trabajo.
Además así celebro haber superado de las 30.000 visitas a
esta página.
Os dejo con las felicitaciones de los últimos dos años
mientras le termino de sacar brillo a la de éste.
Ya hemos fijado la fecha de inició de la próxima edición
del curso online LOCUCIÓN AUDIOVISUAL. Hemos decidido dejar pasar las Fiestas
de Navidad para no tener que hacer una parada en mitad de las clases. Por eso comenzará el
21 de enero de 2013. Su duración será la misma que en ediciones anteriores, 6 semanas.
Y en el afán de ir mejorando en cada edición, recuperaremos las tutorías
individuales. Al margen de las clases temáticas es mucho más eficaz para la
progresión de un alumno, 30 minutos de dedicación exclusiva a la semana en la
que poder tratar aspectos personales de cada uno. Por eso da lo mismo si tienes experiencia o no porque la relación entre docente y alumno es
personal y particular. En la última edición hemos incorporado un blog privado para uso
exclusivo de los alumnos y ha sido tan exitosa la experiencia que en el próximo
curso repetiremos. En el blog se publican las clases temáticas para que el
alumno pueda visualizarlas cuando desee además de todos los ejercicios propuestos
en las clases y algunos más. Artículos, consejos, comentarios, opiniones, etc.
Así mismo el alumno puede compartir experiencias con el resto de compañeros.
Para esta edición hemos simplificado el aspecto técnico y,
al ser las clases grabadas y las tutorías individuales, no utilizaremos ninguna
plataforma a modo de aula virtual. Como he comentado, las clases se publicarán
en el blog privado y las tutorías se realizarán por Skipe o por un método
similar.
Con respecto al precio al modificar las tutorías, ha
variado un poco en relación a la última edición. Para un curso con 6 clases
temáticas teórico/prácticas y sobre todo con 6 tutorías individualizadas de 30
minutos cada una, el precio debería superar los 200 €, pero soy consciente de
la situación que atraviesa el sector audiovisual en nuestro país y comprendo
que todos hemos de hacer un esfuerzo. Por eso he fijado el precio para este
curso en 100 €,
pudiendo pagarse en plazos.
Hoy finalizamos el curso online de LOCUCIÓN AUDIOVISUAL (octubre-noviembre
2012). Después de seis semanas dedicadas a mejorar nuestra comunicación verbal,
los alumnos que han participado cierran una página para abrir otra, la de la
práctica cotidiana. Porque en un curso de estas características lo más importante
empieza cuando acaban las clases. A partir de ahora, con toda la información
que llevan bajo el brazo, los alumnos han de practicar para continuar con el
salto de calidad que han comenzado. Es un reto pero les sobra capacidad y ganas
para conseguirlo.
Para mí siempre es un placer la docencia pero el éxito de un
curso lo dan los alumnos y en este caso ha sido absoluto. Un grupo
absolutamente heterogéneo: Locutores de radio, directores de emisora,
informáticos, estudiantes, aficionados, locutores publicitarios, docentes,
técnicos, etc. y desde los puntos más dispares: Madrid, Vitoria, Castellón,
Alicante, Lugo, Granada, Málaga, Zaragoza, etc.
Gracias de corazón a cada uno de vosotros
y muchísima suerte para el futuro.
La próxima edición, con algunas pequeñas modificaciones,
comienza el 14 de enero pero... de eso hablaremos a partir de mañana.
SI tengo que elegir un enemigo contra la evolución profesional del
locutor,sin duda me quedo con
la influencia del entorno. Y me voy
a referir sólo al mundo de la locución o al de los profesionales que hablan
ante un público porque es el campo que conozco, aunque podría ampliarlo a otras
profesiones artísticas: cantantes, actores, etc.
A quién no le gusta que tras terminar un trabajo le digan un
“¡Qué bien lo haces!” un “¡Qué bueno eres!” o un “¡Te ha salido genial!”…
Querido amigo, aterriza. Si todos esos “bienes, buenos o
geniales” fuesen ciertos, te saldrían los trabajos y el dinero por las orejas y
me temo que no es tu caso… ni el mío.
(Si puedes ampliar la foto, no te pierdas los comentarios)
Tanta adulación es comparable a los comentarios que leemos
en Facebook cuando un amigo/a horriblemente feo/a cuelga una foto de su último
viaje en el que aparece con su pareja igualmente poco agraciada. Debajo de la
foto se suceden un montón de ¡¡Guapossss!! ¡¡Qué bien estáis!!Guapíiiiisiiimoss!! ¡Da gusto veros! ¡Qué dos
bellezas! ¡Parecéis modelos de revista!... ¿Alguien de verdad escribe lo que
siente?
O cuando una amiga cambia la foto de su perfilpor una en la que, a todas luces, sale de un
horroroso que da repelús verla y los comentarios son del tipo: ¡Qué guapa
estás! ¡Esta foto me gusta más que la anterior! ¡Cómo has mejorado! ¡Estás
monísima!... Monísima pero para meterla con los chimpancés en una jaula.
En los años que dirigí un estudio de grabación fueron muchas
las ocasiones en que chicos/as jóvenes, animado/as por el boom de Operación
Triunfo o similares, venían al estudio para grabar una maqueta con la intención
de enviarlas al programa o para mandarla a un productor que les había prometido
la gloria. Solían venir acompañados por la madre o el padre y por la novia o el
novio y en ocasiones por algún hermano o hermana. Este entorno les hablaba de
fama, de qué peinado les iban a hacer o qué ropa se iban a ponerpara el cásting, de lo lejos que iba a
llegar, de las vueltas que le daban a Bisbal o a Chenoa, etc.
Ahora que ha pasado el tiempo, y esperando que ninguno se dé
por aludido, puedo decir abiertamente que, casi todos,… cantaban como perros.
Mientras grabábamos una toma, la gente que les acompañaba no
paraba de repetir “Qué buena voz tiene!, ¡qué bien canta!, ¡qué bien se mueve!,
¡Qué guapo/a es!”… Después de grabar una toma “penosa” y soportar los “¡bravo!,
¡qué bien! o ¡inmejorable!” de su gente, intentábamos de todas las formas y
maneras, a veces con delicadeza y otras directamente, que se dieran cuenta de todas
las veces que habían desafinado. Imposible: el 99 % no detectaba ningún
desafine respaldados por sus incondicionales padres, parejas o hermanos que además
creían que les intentábamos engañar. En alguna ocasión nos llegaron a amenazar
por si traficábamos con la grabación… ¿?
Mucha gente cuelga cosas en las redes sociales esperando al
comentario adulador, el piropo, el halago. Parece como si necesitáramos
alimento para engordar nuestro ego. Y no me parece mal siempre y cuando el
impacto que te produzca no pase de ahí. SI después de publicar una grabación
tuya o de ponérsela a u novia/o, o a tus padres, sólo recibes halagos…
…déjalo pasar, cuenta hasta diez, piensa en otra cosa o si
no, escucha la grabación y busca los errores que seguro que los habrá. Pero por
encima de todo, NO TE LO CREAS.
La crítica más acertada que te pueden hacer sobre un trabajo
tuyo no la vas a encontrar en ninguna red social, el consejo sobre cómo
mejorar, o el análisis real de cómo lo haces ante el micro no va a venir de tu
novia/o, o de tus padres o de tus amigos. Primero porque en la mayoría de los
casos no tienen criterio suficiente para juzgarte (no es su obligación) y
segundo porque les es imposible ser ecuánimes. ¡Ojo! Hay contadas excepciones y en ese caso son las mejores opiniones que te pueden llegar.
¿Qué podemos hacer?
Lo ideal sería tener total confianza con un compañero/a de
profesión a quien poder hablar con franqueza y honestidad exigiéndole que el/la
lo haga contigo. Una persona con la que no exista rivalidad, sólo (y es
muchísimo) apoyo y colaboración mutua. Una persona que conociendo tu profesión
te diga cuándo lo haces bien o mal, en qué has fallado o en qué has estado
brillante. Así tendrías la visión profesional de tu trabajo y saldríais
beneficiados los dos. Creceréis juntos.
Si además encuentras cerca de ti a alguien que pueda darte
la opinión justa desde el lado del oyente/espectador, sería el complemento
ideal. Una persona de tu entorno más cercano (familiar o amiga) pero que
conozcas lo suficiente como para saber que no te va a adular y que será capaz
de valorar si lo que haces está bien o mal y que tendrá el valor de decírtelo.
Es muy importante
saber de quien proceden las opiniones para tenerlas en cuenta o no.
Pero por encima de todas, está tu propia opinión. La mejor
ayuda a tu trabajo es la autocrítica bien entendida. Tú debes de ser la primera
persona que valore tu trabajo. No puedes dar por terminado una grabación
mientras no te convenza primero a ti. Tienes que escucharte como si fueses otra
persona, analizando la entonación, el ritmo, la velocidad, las pausas, el montaje si lo hay, etc. Y
si tienes dudas, recurre sólo a alguien en quien confíes y sepas que te va a decir la
verdad.
Desgraciadamente (para ellos/as) en esta profesión hay
muchas personas que se creen que lo hacen bien cuando la realidad es bien
distinta. En la mayoría de los casos, la culpa es del entorno.
Por fin hemos comenzado el curso de locución. Los alumnos ya tienen en su poder la primera clase teórica en
video y hoy estamos celebrando las primeras tutorías, a las 5 y a las 7.
Asisten en directo 4 alumnos a cada una de ellas.
Esto de la formación online no deja de
sorprenderme. Martes y miércoles, gracias a la red, estamos en contacto gente
de Vitoria, Castellón, Alicante, Tarazona, Madrid, Huétor-Tájar, Murcia,
Madrid, Málaga, Vigo y Granada. Se trata de mejorar ante el micro y eso es lo
que vamos a procurar durante 6 semanas.
Por cierto la próxima edición la comenzaremos el 14 de enero. Si te interesa
dínoslo y te tendremos informado/a.
Una nueva aportación a la inclasificable colección de Radio Bernardi.
Un supuesto coleccionable que ya está a la venta: Orinas de animales salvajes
del mundo. ¡Corre a tu quiosco!
Leer correctamente significa interpretar adecuadamente un
texto y hacerlo llegar al oyente con la mayor claridad.
En el primero de los artículos hablaba de que el dominido de la
lectura en voz alta, precisa de varias fases: Formación, dominio de la técnica y entrenamiento
constante. Dentro del dominio de la técnica nos hemos detenido
en los errores más extendidos entre los lectores públicos: Bajar el tono de
nuestro timbre de voz al comenzar la lectura o leer con una entonación incorrecta
y artificial. Hay otros muchos errores menos “perjudiciales” que estos pero que
también hacen bajar la calidad de nuestro trabajo.
Un error habitual entre los locutores, sobre todo entre
los que se dedican a la publicidad es comenzar las frases marcando
exageradamente la primera sílaba de la primera palabra a pesar de ser una
sílaba átona (sílaba no acentuada). Por ejemplo, en el texto “Atención, compre antes del día 11 y ganará
una sartén…”, se marcaría equivocadamente la “A” inicial. Si cumpliéramos las
normas de una correcta entonación empezaríamos nuestra curva melódica desde
cero hasta la primera sílaba acentuada y por lo tanto acentuaríamos “ón”. Este
error es habitual en palabras que comienzan por vocal y que sirven para llamar
la atención del oyente: Increíble, impresionante, etc. (ver vídeo)
La lectura correcta en voz alta, se basa en el dominio de
la vocalización, la dicción, la entonación, el ritmo, las pausas, etc., en una
correcta entonación y acentuación de las palabras y además, en la
habilidad de llevar nuestra mirada por delante del sonido de nuestra voz.
Cuando pronunciemos una palabra, nuestra mirada debe de estar en 4 ó 5 palabras
a la derecha.No es nuestra voz la que
descifra el texto escrito y lo convierte en sonido, es nuestro cerebro. La
vista capta la información y la envía al cerebro, éste la asimila y la
convierte en sonido por medio de nuestro aparato fonador emitiéndola al
exterior con nuestra voz. Si conseguimos leer así, nos iremos anticipando a
posibles dificultades gramaticales, de pronunciación, etc. y comprenderemos
mejor el contenido facilitando su interpretación.
No te asustes. Después de leer el último párrafo puede
parecer muy difícil pero no es así. Voy a decirlo de otra manera. Para leer bien en voz alta, hay que leer
mucho en voz alta. ESTA ES LA CLAVE.
Entrenamiento constante
Vamos a partir desde cero. Para llegar a ser un buen
lector en voz alta es fundamental, LA
CONCENTRACIÓN. El lector público se despista muy fácilmente. Cuando leemos
un libro, lo hacemos con la intención de enterarnos de lo que dice. Nos
concentramos en comprender su contenido y si nos despistamos en algún momento,
retornamos a un punto anterior y volvemos a leerlo. La lectura ante un público,
debería de ser así y en cambio no lo es. ¿Por qué? Porque son muchos los
elementos que pueden desviar nuestra atención: ruidos inesperados, público
hablando, pensamientos ajenosa la
lectura, deseos de acabar, etc. Nuestra voz emite el texto que leemos pero
nuestra mente se encuentra en otro lugar, en cualquier escenario que nada tiene
que ver con el texto que estamos convirtiendo en sonido.
Es muy importante la concentración para evitar errores,
comprender la lectura, entonar correctamente, etc. Además, si no estamos
concentrados, difícilmente podremos adelantar nuestra mirada a nuestra voz.
Como decía al comienzo de esta serie de artículos, la
mayoría de los locutores o lectores no han tenido una formación específica para
poder usar la lectura en voz alta como herramienta profesional.La mayoría ha ido adquiriendo práctica y experiencia
ejerciendo su trabajo, lo que conlleva un alto riesgo para adquirir vicios y
errores.
Independientemente de si ese día ha hablado o no ante un
micro, todo profesional de la voz debería cada día dedicar al menos 10 minutos
a practicar la lectura en voz alta.
Es así de simple y de comprometido a la vez. 10 minutos de
concentración máxima, donde habrá que empezar desde cero.
Elige un texto rico en expresividad. Imprime
una página a un tamaño bien grande. Como mínimo un cuerpo de 14 y a doble
espacio. Empieza a leer muy, muy, pero que muy lentamente, exagerando la
vocalización, forzando los músculos faciales, colocando correctamente lengua,
dientes, labios, etc. Siendo conscientes de la entonación que le damos a las
palabras, su acentuación, respetando los signos de puntuación y dibujando
correctamente la curva melódica. Insisto en la lentitud. Manteniendo ese ritmo lento,
muy lento, vamos a intentar adelantar nuestra mirada a nuestra voz algunas
palabras, poco a poco. Cuando veas que se acerca un punto, levanta la mirada
del papel y termina la frase sin mirarlo. Grábate y después escucha lo que has
grabado.
Este ejercicio te va a permitir controlar la velocidad,
ejercitar los músculos que intervienen en la fonación y mejorar tu
vocalización. Mejorar tu entonación y por lo tanto hacer más creíble tu
lectura. Mejorar tu interpretación y el control de las pausas.
Deberás practicarlo al menos durante 15 días a la misma
velocidad, con la misma lentitud, y cambiando cada día de texto. Pasado ese
tiempo deberás imprimirle poco a poco más velocidad. Serás tú con la
autocrítica quien decida si debe o no aumentar la velocidad. Tú debes decidir
si las grabaciones están bien o no. Si crees que no eres objetivo contigo, pide
ayuda a alguien de confianza que no te mienta y adule. Y que sea capaz de
juzgar tu grabación.
Cuando pasado un tiempo, llegues a leer con la velocidad
propia que requiere cada texto, deberás seguir practicando cada día 10 minutos mezclando
diferentes textos, de contenidos muy distintos entre si: poesía, prosa,
alegres, tristes, cuentos, monólogos, noticias, etc.
La practica diaria es básica para mantener e incluso
mejorar nuestro nivel profesional, para evitar y corregir posibles vicios, para
conservar nuestra personalidad y no dejarnos llevar por modas o estilos
perjudiciales. Hay muchos ejercicios para mejorar la lectura. Personalmente te
animo a que practiques los que potencien la
concentración.
A continuación mira y escucha el siguiente vídeo:
Acabo estos artículos dedicados a la lectura reiterando la
necesidad del profesional del micrófono de esforzarse por mejorar, El ritmo del
“día a día” hace en muchas ocasiones que centremos nuestra atención en otros
aspectos de nuestro trabajo sin darnos cuenta que todo el esfuerzo previo
deberá pasar obligatoriamente por la exposición ante el micro. Si ésta no es
correcta, todo nuestro esfuerzo previo habrá sido en vano.
20.000 visitas en menos de ocho meses.
No sé si para la gente que analiza el mundo de los blogs y las webs serán
muchas o pocas, pero para mí, teniendo en cuenta el contenido tan específico y
el público tan determinado al que va dirigido, me hace sentirme como un miembro
de la realeza (lleno de orgullo y satisfacción).
Soy locutor desde el comienzo de la
década de los ochenta. Empecé presentando discos de vinilo en Los 40 Principales cuando aún faltaban
años para que aparecieran los Compact Discs y sólo sabíamos de la informática
por las películas de ciencia ficción. Mi crecimiento personal y profesional ha
ido en paralelo con la fascinante evolución tecnológica que hemos experimentado
en los últimos 30 años. Empiezo a notar que tengo una cierta edad cuando se me
escapan frase como “si en mis tiempos
hubiésemos tenido esto…”aunque mi
pareja me pone en mi sitio: “Abueeeloooo”.
En el campo de la docencia empecé por
casualidad hace diecisiete años impartiendo talleres a gente joven que quería
hacer radio. Desde entonces y hasta ahora he impartido clases en multitud de formatos
(talleres, cursos cortos y largos, de un día, de 6 meses, Formación para el
empleo, expertos y másteres universitarios, Sindicatos de periodistas, etc.),
para todo tipo de alumnos (adolescentes, amas de casa, parados, pensionistas, estudiantes
universitarios, posgrados, locutores o redactores en activo, presentadores de televisión,
profesores, candidatos políticos o rectores de Universidad) y en muy distintos
escenarios (Emisoras de radio, de televisión, Ayuntamientos, colegios,
institutos, Universidades, academias, centros culturales, estudios de
grabación, etc.)
Durante este tiempo, y cada vez más,
he analizado el comportamiento de los profesionales del micrófono y de las
personas que habitualmente hablan en público. Las conclusiones a las que he
llegado han sido las que en su momento me animaron a crear aprenderlocucion.com.
Sin duda la conclusión más importante
fue la falta de formación y preparación
en un alto porcentaje de los profesionales del micrófono. Pero no por culpa de
ellos, sino por la falta de oferta formativa en el campo de la locución. Fue
especialmente frustrante cuando hace unos años impartí un curso en el que se
matricularon un alto número de licenciados en Periodismo y Comunicación
audiovisual. Los alumnos me confesaron que durante sus años de Carrera no
habían realizado ni una práctica de locución. Sus escasas experiencias las
habían buscado fuera de la Facultad.
Hasta hace muy poco no existía en las
Universidades españolas una enseñanza reglada destinada a la locución o al
doblaje. Ahora, parece que tímidamente sobre todo en las privadas, empiezan a
aparecer algunas asignaturas sobre este tema.
Visto desde fuera, ¿en qué cabeza cabe
pensar que se formen profesionales que deben plasmar su trabajo ante un
micrófono sin preparación alguna en locución? Es como formar a un piloto de
Fórmula 1 con profundos conocimientos teóricos de física, mecánica y conducción,
pero sin montarse en un coche y ponerlo a competir en un Gran Premio. ¡Sería
para verlo!
Hoy en día son muchos los
profesionales que, con una alta formación teórica y con ganas de comerse el
mundo, fracasan o no alcanzan el nivel deseado ante el micrófono.
Otro caso
es el locutor “a secas” (y en mayúsculas). Un profesional que es capaz de poner
voz“a lo que sea”: Un documental, un
anuncio, una guía, un audiolibro, un curso, un contestador, etc. ¿Dónde se
forma? En la actualidad en España, el locutor o tiene una formación autodidacta
o procede de la radio o el teatro. Tampoco existe una formación reglada para
esta salida profesional.
La experiencia vivida como docente y asesor junto con la de
locutor y productor audiovisual me animó a crear esta web. Deseo compartir
experiencias y conocimientos. Ayudar en lo posible a la gente que empieza y a
los profesionales que ven que sus errores y vicios adquiridos les impiden
mejorar. Como dice el texto de la cabecera de la página, este es un lugar de encuentro, “un espacio íntegramente dedicado a la
locución multimedia. Aprendizaje, experiencias, formación, ejercicios,
consejos...”
Hace
falta formación para los profesionales que nos dedicamos a la locución. Necesitamos
mejorar la calidad de los locutores ya que está disminuyendo el nivel de los
comunicadores audiovisuales y de los profesionales de la voz.
Crear una web con estos contenidos y
con propuestas formativas de bajo coste es mi ofrecimiento a la red y parece
que de momento me voy haciendo un hueco.
Este es mi bagaje. La garantía, mis
alumnos y los seguidores de la web.
Uno de los errores más
extendidos y que más empobrece la lectura en voz alta es la mala entonación.
Pero, ¿Qué es la
entonación? “Tiremos” del diccionario de la RAE:
Entonación:Modulación de la voz en la
secuencia de sonidos del habla que puede reflejar diferencias de sentido, de
intención, de emoción y de origen del hablante, y que, en algunas lenguas,
puede ser significativa.
Otras definiciones de entonación: Línea melódica
definida por la sucesión de tonos que, en una cadena hablada (palabra, oración,
etc.), contribuye a determinar su significado. Variación del tono de la voz de
una persona según el sentido o la intención de lo que dice.
Hasta aquí la explicación
formal y “académica”. Ahora utilicemos un lenguaje más “asequible”.
Por medio de la entonación
damos sentido a un texto.Un mensaje
puede variar su significado dependiendo de cómo lo leas.
Por ejemplo si decimos ¡Vaya locutor estás hecho! Dependiendo de
cómo lo hagamos podemos transmitir admiración por la calidad profesional de un
compañero o todo lo contrario.
En nuestra comunicación
cotidiana utilizamos correctamente la entonación. Al hablar con otras personas
entonamos de una forma u otra en función del mensaje que queramos enviar.
Inconscientemente variamos el tono, el ritmo, el énfasis de nuestra voz
dependiendo de si queremos reflejar alegría, tristeza, sorpresa, terror o
cualquier otro sentimiento o intención.
Pero cuando leemos en voz
alta, esa capacidad innata de entonar lo que decimos, misteriosamente se
pierde. Al convertir en sonido un texto impreso, al leer en voz alta, la
entonación se complica, se artificializa, se vuelve contra uno, no nos sale…
¡¡AHHH!! ¿Por quéeee?
Probablemente, y perdón
por repetirme, la falta de formación
provoque que en vez de utilizar nuestra valiosa capacidad innata en la lectura,
adquiramos errores y vicios que estropearán nuestro trabajo e impedirán que
progresemos.
En la lectura en voz alta,
cuanto más se parezca la entonación a la del habla espontanea, más correcta y
creíble será. A partir de ahí le imprimiremos más o menos velocidad, volumen,
pasión, intensidad etc., dependiendo del objetivo que busquemos y con la
corrección propia de quien se dirige a un público. Por encima de todo un
mensaje, sea cual sea su contenido, debe convencer. Con una entonación
artificial o equivocada nunca lograremos ese objetivo.
Para saber si has leído un
texto con la entonación correcta, haz la siguiente prueba. Extrae la primera
frase del texto y dila, sin leer, como si estuvieras hablando con otra persona
que está cerca de ti. ¿Tienen la misma entonación? Si no la tienen, es que algo
falla en tu lectura. La correcta siempre será la segunda opción.
La representación gráfica
de una entonación son las curvas de entonación o curvas melódicas. Éstas nos
indican los descensos o ascensos que efectuamos en nuestro tono de voz. Como no
quiero aburrirte con una clase teórica sobre lingüística, vamos a quedarnos
sólo con la curva de melódica en una frase
enunciativa.
En
la curva melódica de una frase enunciativa, distinguimos tres partes: Una
primera ascendente, en que sube el tono de la voz (normalmente hasta la
primera sílaba acentuada), una segunda de mantenimiento, en la que
mantenemos el tono de voz, con variaciones ascendentes y descendentes según la
complejidad y duración de la frase y una tercera de descenso, en la que
la voz baja de tono (normalmente a partir de la última sílaba acentuada).
Dicho
esto queda claro que en el comienzo de una lectura hemos de empezar desde abajo
subiendo nuestro tono hasta la primera sílaba acentuada. Cuando el texto
comienza por un monosílabo, un artículo, una preposicióno un pronombre, entendemos por la primera
sílaba acentuada, la correspondiente a la siguiente palabra. A partir de ahí debo tener en cuenta la
acentuación de cada palabra y sobre todo de los verbos. Me ayudarán a mantener
la entonación adecuada.
Sigue
el artículo viendo y escuchando el siguiente vídeo:
Cualquier texto que no se lea respetando las curvas de entonación y los signos de puntación se “saldrá”de la entonación adecuada y llegará al receptor de una forma distinta a la que pretendíamos: monótono, poco creíble, artificial, etc.
Para corregir este grave error, hay que leer mucho en voz alta, todos los días al menos 10 ó 15 minutos, textos ricos en expresividad. Primero muy, pero que muy lentamente, respetando las curvas de entonación, marcando muy bien la acentuación de las palabras, sobre todo de los verbos. Fijándome en la importancia de cada signo de puntuación. Grabándome, escuchando con juicio crítico. Comparando la entonación de la lectura grabada con la entonación que le imprimiría si fuese un texto improvisado. Así, lentamente iré aumentando la velocidad en la lectura hasta llegar a un ritmo adecuado.
Lo ideal (aquí hago publicidad de mis cursos) es que realices algún tipo de formación para que te marquen las directrices de cómo seguir mejorando.
Por último, para que veas la importancia de las curvas melódicas o de entonación, practica con estas frases diferenciadas sólo en los signos de puntuación:
Llevo más de 30 años dedicado a la locución
profesional en sus diferentes facetas y 17 dedicado a la docencia en el campo la
locución, la radio y el sonido. En todo este tiempo he estudiado el
comportamiento y la actitud de los comunicadores orales, de los profesionales
consagrados y de los que empiezan. He analizado virtudes, trucos, técnicas, errores
y defectos. Estoy convencido de que el origen de la mayoría de los problemas
que tienen los/as locutores/as para alcanzar un nivel satisfactorio en su
profesión es la falta de formación y el tiempo que dedican a mejorar.
Defiendo la naturalidad como la base de la
comunicación profesional. Los seres humanos nos comunicamos desde el día en que
nacemos. Toda nuestra existencia posterior es un entrenamiento de esta
capacidad.
Por diferentes motivos, y en la mayoría de los casos
sin darnos cuenta, dejamos de ser nosotros mismos e imitamos a otras personas o
nos volvemos artificiales. ¿Falta de confianza? ¿Miedo al ridículo? ¿No nos
gusta nuestra voz? ¿…?
¿Por qué, en vez de copiar los vicios de los demás, no
tratamos de mejorar nuestra forma de comunicar, la que llevamos usando desde
que nacimos?
Analicemos nuestras carencias, errores, vicios, etc. y
trabajemos para corregirlos. Mejoremos nuestra forma de comunicar. La nuestra,
única y personal. Seamos nosotros mismos y no imitemos. De eso se trata.
Aunque parezca una contradicción, teniendo como base
nuestra naturalidad, seremos capaces de interpretar multitud de papeles y
lograr que nuestro mensaje, improvisado o escrito, llegue al destinatario como
deseemos.
En la actualidad, los medios de comunicación
audiovisuales están llenos de locutores artificiales, llenos de vicios, con
entonaciones poco creíbles y desgraciadamente nos estamos acostumbrando a
ellos. La mayoría no han recibido formación para ser locutores. ¿Será por eso
que imitan?
Dirigido a:
Aquellas
personas que estén empezando en el campo de la locución y necesiten formarse y
a profesionales en activo que deseen perfeccionar o corregir errores. Los
grupos se formarán teniendo en cuenta la experiencia del alumnado.
Objetivo:
- Mejorar tu capacidad expresiva.
- Técnicas para mejorar la vocalización, dicción, tu
capacidad de interpretación y lectura.
- Técnicas de lectura ante el micrófono
- Analizar errores, optimizar recursos, trabajar la
respiración, el lenguaje corporal.
- Conocer cuáles son las herramientas de que dispones
para mejorar tu comunicación profesional.
Formato:
Durante 6 semanas, por medio de Aula Virtual con Adobe Connect o similar.
Cada
semana:
- Clase online de 1 hora de duración sobre el tema a tratar
que podrás visualizar cuando desees.
- Tutoría de 60 minutos en pequeños grupos de 4
alumnos como máximo para interactuar con los alumnos realizando, revisando y
corrigiendo ejercicios, resolviendo dudas, etc.
Requisitos:
Disponer de conexión a internet, una webcam y un
micrófono conectado al ordenador.
Horarios:
La clase online estará a disposición del alumno
permanentemente para que pueda visualizarla cuando desee.
Las tutorías se celebrarán los martes, miércoles y
jueves de cada semana entre las 17:00 y las 20:00 horas. Cuando realices tu
reserva, indica que día y hora te conviene más.
¡Qué difícil
es leer bien en voz alta! Rotunda conclusión a la que llegan muchos/as
locutores/as en la intimidad de su estudio cuando ven que no consiguen el
resultado deseado con un texto. Llega a ser frustrante ver que no consigues
imprimir a tu lectura la entonación, el ritmo, la interpretación, el volumen,…
la credibilidad que uno desea. Pero entonces ¿qué debo hacer para que mi
lectura suene como la de esos/as locutores/as ya consagrados que lo hacen tan
bien y aparentemente con tan poca dificultad? ¿Por qué a ellos no les resulta
tan difícil como a mí? ¿Por qué a ellos les suena tan creíble y a mí no?
Bueno,
empecemos por el principio. Voy a llevarle la contraria a la frase inicial de
este artículo: ¡Leer bien en voz alta no es tan difícil! (espero que esta
afirmación te anime a seguir leyendo).
Desgraciadamente,
y esto ya lo he comentado en varios artículos anteriores, la mayoría de los
errores de los locutores surgen por la falta de formación. En contra del
sentido común, generalmente cuando un locutor se pone por primera vez delante
de un micrófonoen el campo profesional,
su formación ha sido nula o muy deficiente convirtiéndose en un saco en el que
caben todo tipo de errores o vicios de difícil solución.
Como todo,
el dominio de la lectura en voz alta, precisa de varias fases: Formación,
dominio de la técnica y entrenamiento constante.
Formación. En
este proceso, que en este artículo pasaremos por alto, el aspirante a lector
debe aprender a dominar los aspectos genéricos y obligados de cualquier
comunicador oral: La impostación, la vocalización, la dicción, etc. Es así de
simple, si te consideras locutor/a y quieres leer bien en voz alta, hay que
partir del dominio de estos conceptos. Si no es así, echa marcha atrás y
empieza por leerte los artículos antiguos de esta web de enero, febrero y marzo
de 2012 y practica con las propuestas del apartado ejercicios. Cuando te consideres apto, continúa leyendo en este
punto. Lo siento, los profesionales hemos de exigirnos. Ya lo he dicho en
muchas ocasiones: hay mucho mediocre que hace mucho daño a la profesión. Para “ser
bueno en esto” primero hay que formarse y luego, permanentemente, dedicar
tiempo a mejorar y a corregir errores.
Dominio de la técnica. Antes de empezar a leer, es muy
importante tener en cuenta los pasos previos (Leer “Recomendaciones previasI, II y III”). Si no se cumplen, el riesgo
de equivocación estará en su máximo nivel.
Cumplidas todas las indicaciones
previas estamos en disposición óptima para afrontar una lectura. El siguiente
paso es fundamental: El arranque. De
cómo empecemos la lectura de un texto va a depender en gran medida el éxito o
el fracaso de la misma. Pero en vez de soltar un rollo teórico de cómo
hacerlo, prefiero que hagamos un repaso a los errores que habitualmente se
comenten en el comienzo de la lectura y que condicionan el resultado final. Imaginemos la situación: Tengo un
texto colocado en el atril, estoy de pie delante de él, estoy cómodo, lo veo
perfectamente, lo he repasado, lo entiendo y comprendo, he calentado y me
dispongo a grabar… (Hasta aquí, todo lo he hecho bien)
Veamos algunos de los errores más
comunes:
- Cada uno
de nosotros tiene un timbre de voz personal y único, unos con un tono más grave
y otros más agudo. Para bien o para mal es el sonido de nuestra voz y es el que
siempre debemos utilizar. Falsearlo es un grave error que nos condicionará toda
nuestra vida. El locutor o locutora que falsea su voz demuestra inseguridad y a
veces hasta complejo de inferioridad. Yo tengo mi timbre de voz y Constantino
Romero, por poner un ejemplo, el suyo. Intentar imitarlo es condenarme al
fracaso. Lo que debo hacer es mejorar mi capacidad como locutor con mi propio
timbre. Y si no me convence, es que a lo mejor me he equivocado de profesión.
Pues bien,
por algún motivo, cuando empezamos una lectura tendemos a hacerlo en un tono
más grave que el nuestro. Es como si, por ejemplo, nuestro timbre de voz equivaliese
a la nota SOL en una escala musical y al empezar a leer nos bajásemos a un MI
o, pero aún, a un SOL pero de la una octava más baja. La única explicación que
se me ocurre es que al no estar contentos con el sonido de nuestra voz,
inconscientemente tendemos a imitar el de algún/a locutor/a de los consagrados
que escuchamos a nivel nacional y que tenemos como referente. Empezar la lectura de un texto en un tono más
bajo que el nuestro nos condena a un resultado deficiente. Nos restará
naturalidad, capacidad interpretativa y tendremos problemas de respiración. Mira y escucha el siguiente vídeo:
TEXTO DEL EJEMPLO:
Solamente los dos vigilantes de la policía bahiana que se lustraban las botas frente al puesto policial fueron fusilados por los cangaçeiros, pero fue antes de haber descubierto el carrusel en la plaza central.
(Fragmento de “Capitaes da Areia” de Jorge Amado).
Si quiero hacer una lectura con todos los medios que tengo a mi disposición para alcanzar un resultado óptimo, debe hacerlo con mi voz completa. La misma que utilizo para comunicarme en mi vida cotidiana y que me permite ser yo mismo para bien o para mal. Cualquier variación de mi timbre natural va a limitar mi capacidad y va a rebajar sensiblemente la calidad final de mi trabajo.
Ya he escrito en alguna ocasión que estoy en contra del uso de exabruptos, “tacos”, “palabrotas” o expresiones
malsonantes en antena. Los comunicadores que hablamos en un medio de
comunicación audiovisual debemos ser garantes de corrección. Sin quererlo,
somos el espejo en el que se mira la gente y creamos tendencias en la
forma de hablar. Ante el micrófono, se puede ser distendido, desenfadado
o cercano, sin necesidad de caer en lo chabacano.
No me parece mal que, excepcionalmente, se utilice este tipo
de palabras o expresiones para reforzar un mensaje pero deben de ser eso,
excepciones. Porque imagínate un lenguaje audiovisual en el que fuese normal el
uso de “tacos”. Por ejemplo así podría empezar un programa de radio (¡perdón a
oídos sensibles):
“¡Hola cabrones! ¿Qué
tal comenzáis el puto día? Hoy hace un día de la ostia, con un sol que te
cagas. Comenzamos aquí una programación de puta madre que te acompañará hasta
que te salga de los cojones…”
O retransmitiendo un partido de fútbol:
“¡Qué hijo deputa!
¡Qué pase le acaba de dar Alonso a Cesc! ¡Me cago en sus muertos! ¡Joder, en mi puta
vida había visto jugar así! Estos mamones son los
putos amos del torneo…”
¿Y cómo sería la publicidad? Probablemente en un principio
conseguiría el propósito para el que se crea un anuncio, llamar la atención de potenciales clientes, pero si se extendiese
la moda… mejor no pensarlo.
Imagínatelo. Te pongo un ejemplo grabado (¡Gracias a Mónica por su colaboración y por las cosas tan bonitas que me dice en la cuña): Cuña "SEGUROS PERIBÁÑEZ"