Defiendo la naturalidad en la comunicación audiovisual.
Defiendo las normas básicas en la lectura como solución a las
entonaciones artificiales que tanto escuchamos por ahí. El respeto a las curvas
de entonación como indicadores de cómo debemos leer un texto. Defiendo e
intento transmitir esas ideas pero, me temo que queda mucho camino por
recorrer.
Hay ocasiones en las que escucho locuciones con
entonaciones artificiales en algún medio o en internet y me hago la siguiente pregunta. ¿A la persona que ha grabado esto
le gustará lo que ha hecho?
Las posibles respuestas me plantean un dilema: Si está
satisfecho, es para hacérselo mirar porque no se da cuenta de que lo está
haciendo mal. Y si se ha dado cuenta, dice bastante poco de él/ella.
Pero ya lo dice el refrán, “si quieres sopa toma dos
tazas”. Hace unos días vino a grabar al estudio que tengo en mi casa un
redactor de Telecinco. Vaya por delante que me pareció una persona encantadora,
simpática, agradable, humilde, todo lo que diga es poco. Venía acompañado de un
responsable de la productora que lo contrataba. El trabajo consistía en doblar
algunas intervenciones suyas ante la cámara y en leer un texto en off.
Es
alucinante cómo se puede artificializar una lectura. Esta persona de la que
sólo puedo decir cosas buenas (salvo de su entonación leyendo) me reconocía que
así es como quieren en Telecinco que lean y hablen a la cámara sus redactores.
De hecho cuando empezó en la cadena leía con una entonación más natural y “tuvo
que corregirla” hasta adquirir la musicalidad característica de Telecinco para
no tener problemas en el trabajo.
Respeto que una empresa quiera que sus locutores o
redactores hablen de una manera determinada, como si quieren hacerlo con la
música del Porompompero. El problema no es de la cadena, el problema es de los
esos locutores que se vuelven tan artificiales que el día que
dejen Telecinco no sabrán leer ni expresarse ante el micrófono de otra forma y
cuando intenten hacer cualquier locución, sea del tipo que sea, todo les sonará igual.
Esto es lo que le ocurrió a la persona que estuvo grabando en mi casa. Partiendo
de que era consciente de su situación, lo intentaba, aceptaba mis consejos, se
esforzaba,… pero no lo conseguía.
Al final grabamos con su entonación artificial, aunque
pudimos corregir algunos matices.
Y esto es lo triste. Se dio por buena una locución que no lo era. Pero es
que, además, al cliente seguro que también le gustará porque esa entonación tan
artificial se ha introducido tanto en nuestras vidas, la escuchamos tan a
diario, que nos hemos acostumbrado y consideramos que es correcta.
Estamos permitiendo que se deteriore la lectura en voz
alta y la comunicación oral en los medios de masas y no se hace nada por
evitarlo. Escuchamos locuciones lamentables y las damos por buenas.
¿Qué podemos hacer? … Difícil respuesta.
En los próximos días publicaré una serie de artículos
sobre lectura expresiva. Si te interesa mejorar tu forma de leer ante el
micro, te invito a que los sigas.
¿Podrias poner algun audio ilutrativo de este tipo de locución artificial de la que hablas? Me gustaría saber a que te refieres para no caer en ello...
ResponderEliminarHola Anónimo. En los próximos días pondré ejemplos más claros en los artículos que voy a publicar. De momento, échale un vistazo a http://www.aprenderlocucion.com/2012/01/locutores-artificiales_13.html
ResponderEliminaro bien mira cualquier informativo de Telecinco.
Joder, no podria estar mas de acuerdo con el articulo: lo suscribo palabra por palabra.
ResponderEliminarQue dificil es escuchar buenas locuciones en la programacion diaria de las cadenas de television. Sin embargo en radio no ocurre tanto.