Continuamos con los
errores más comunes.
Uno de los errores más
extendidos y que más empobrece la lectura en voz alta es la mala entonación.
Pero, ¿Qué es la
entonación? “Tiremos” del diccionario de la RAE:
Entonación: Modulación de la voz en la
secuencia de sonidos del habla que puede reflejar diferencias de sentido, de
intención, de emoción y de origen del hablante, y que, en algunas lenguas,
puede ser significativa.
Otras definiciones de entonación: Línea melódica
definida por la sucesión de tonos que, en una cadena hablada (palabra, oración,
etc.), contribuye a determinar su significado. Variación del tono de la voz de
una persona según el sentido o la intención de lo que dice.
Hasta aquí la explicación
formal y “académica”. Ahora utilicemos un lenguaje más “asequible”.
Por medio de la entonación
damos sentido a un texto. Un mensaje
puede variar su significado dependiendo de cómo lo leas.
Por ejemplo si decimos ¡Vaya locutor estás hecho! Dependiendo de
cómo lo hagamos podemos transmitir admiración por la calidad profesional de un
compañero o todo lo contrario.
En nuestra comunicación
cotidiana utilizamos correctamente la entonación. Al hablar con otras personas
entonamos de una forma u otra en función del mensaje que queramos enviar.
Inconscientemente variamos el tono, el ritmo, el énfasis de nuestra voz
dependiendo de si queremos reflejar alegría, tristeza, sorpresa, terror o
cualquier otro sentimiento o intención.
Pero cuando leemos en voz
alta, esa capacidad innata de entonar lo que decimos, misteriosamente se
pierde. Al convertir en sonido un texto impreso, al leer en voz alta, la
entonación se complica, se artificializa, se vuelve contra uno, no nos sale…
¡¡AHHH!! ¿Por quéeee?
Probablemente, y perdón
por repetirme, la falta de formación
provoque que en vez de utilizar nuestra valiosa capacidad innata en la lectura,
adquiramos errores y vicios que estropearán nuestro trabajo e impedirán que
progresemos.
En la lectura en voz alta,
cuanto más se parezca la entonación a la del habla espontanea, más correcta y
creíble será. A partir de ahí le imprimiremos más o menos velocidad, volumen,
pasión, intensidad etc., dependiendo del objetivo que busquemos y con la
corrección propia de quien se dirige a un público. Por encima de todo un
mensaje, sea cual sea su contenido, debe convencer. Con una entonación
artificial o equivocada nunca lograremos ese objetivo.
Para saber si has leído un
texto con la entonación correcta, haz la siguiente prueba. Extrae la primera
frase del texto y dila, sin leer, como si estuvieras hablando con otra persona
que está cerca de ti. ¿Tienen la misma entonación? Si no la tienen, es que algo
falla en tu lectura. La correcta siempre será la segunda opción.
La representación gráfica
de una entonación son las curvas de entonación o curvas melódicas. Éstas nos
indican los descensos o ascensos que efectuamos en nuestro tono de voz. Como no
quiero aburrirte con una clase teórica sobre lingüística, vamos a quedarnos
sólo con la curva de melódica en una frase
enunciativa.
En
la curva melódica de una frase enunciativa, distinguimos tres partes: Una
primera ascendente, en que sube el tono de la voz (normalmente hasta la
primera sílaba acentuada), una segunda de mantenimiento, en la que
mantenemos el tono de voz, con variaciones ascendentes y descendentes según la
complejidad y duración de la frase y una tercera de descenso, en la que
la voz baja de tono (normalmente a partir de la última sílaba acentuada).
Dicho
esto queda claro que en el comienzo de una lectura hemos de empezar desde abajo
subiendo nuestro tono hasta la primera sílaba acentuada. Cuando el texto
comienza por un monosílabo, un artículo, una preposición o un pronombre, entendemos por la primera
sílaba acentuada, la correspondiente a la siguiente palabra. A partir de ahí debo tener en cuenta la
acentuación de cada palabra y sobre todo de los verbos. Me ayudarán a mantener
la entonación adecuada.
Sigue
el artículo viendo y escuchando el siguiente vídeo:
Cualquier texto que no se lea respetando las curvas de entonación y los signos de puntación se “saldrá”de la entonación adecuada y llegará al receptor de una forma distinta a la que pretendíamos: monótono, poco creíble, artificial, etc.
Para corregir este grave error, hay que leer mucho en voz alta, todos los días al menos 10 ó 15 minutos, textos ricos en expresividad. Primero muy, pero que muy lentamente, respetando las curvas de entonación, marcando muy bien la acentuación de las palabras, sobre todo de los verbos. Fijándome en la importancia de cada signo de puntuación. Grabándome, escuchando con juicio crítico. Comparando la entonación de la lectura grabada con la entonación que le imprimiría si fuese un texto improvisado. Así, lentamente iré aumentando la velocidad en la lectura hasta llegar a un ritmo adecuado.
Lo ideal (aquí hago publicidad de mis cursos) es que realices algún tipo de formación para que te marquen las directrices de cómo seguir mejorando.
Por último, para que veas la importancia de las curvas melódicas o de entonación, practica con estas frases diferenciadas sólo en los signos de puntuación:
¡Como quien no quiere la cosa!
¡Cómo! ¿Quién no quiere la cosa?
CONTINUARÁ...
Gracias!
ResponderEliminar¡Muchas felicidades Angel Bernardi! :) Ha sido una bendición encontrar su página, su voz es fenomenal. Cuando vuelva a España quiero conocerle.
ResponderEliminarUn abrazo desde República Dominica. :)
Me sumo sinceramente al agradecimiento de otras personas que le han escrito comentarios, a la vez que me pregunto si se ha fijado en la penosa entonación que ejercen los actuales periodistas y reporteros de los informativos en las distintas televisiones españolas, públicas y privadas.
ResponderEliminarMe refiero a subir el tono cuando se acaban las frases, cerca de los puntos (seguidos o a parte), como si fuesen a continuar la frase con una conjunción copulativa, o cualquier otro nexo que permitiese utilizar ese tono alto, que no es el correcto para terminar las frases en castellano, a no ser que las normas linguísticas hubieran cambiado en ese sentido, desde que yo estudiaba "Lengua Española". Y le hablo sólo de este aspecto de nuestro idioma, pero si empezamos mencionando loísmo, laísmo, leísmo, dequeísmo, siqueísmo, el "bueno pues", blocar, en vez de bloquear, entreno, en vez de entrenamiento, el llamado "falso condicional" ("si yo tendría...", en vez de "si yo tuviera...", el uso de términos de otras lenguas (extranjeras y autonómicas) mientras están hablando en español (castellano) habiendo equivalente claro (govern, parlament, running, ...), etc., etc., me extendería demasiado en este mensaje.
¿Consideraría usted intervenir, en defensa de nuestro sufrido idioma, "abriéndoles los ojos" a estos periodistas y reporteros (lo de algunos/as reporteros es increíble, en cuanto a entonaciones raras), de forma que, al menos, fuesen conscientes de que no lo están haciendo bien, y que son un peligroso germen de propagación de sus malos usos hacia "el gran público" que escucha, y en buen aparte, absorve toda clase de vicios del lenguaje, o empeora los que ya tenía.
Se lo estoy pidiendo/sugiriendo a usted, por ser una autoridad en la materia, y tener más capacidad que un anónimo entusiasta de la lengua como yo, para poder llegar a influir, por ejemplo, en el ente público RTVE, haciéndole ver el problema, e intentar corregirlo.
Se trata simplemente de saber leer, y con más delito en el caso de estos profesionales, cuya herramienta laboral es ese idioma que maltratan, y me atrevo a asegurar que lo hacen por desconocimiento, es decir, que no saben que lo están haciendo mal. Por supuesto, ya sería el colmo si lo hiciesen adrede.
Se cuentan con los dedos de una mano los/as periodistas y reporteros/as que entonan de forma aceptable.
¿Quién los está enseñando a leer así...?, ¿...en la facultad...? ¿Se copian ese defecto unos/as a otros/as "por simpatía"?
Deberíamos tratar y fomentar nuestro idoma como lo hacen los hijos d ela Gran Bretaña, conscientes del valioso bien que tienen, y se hacen valer.
Por favor, piénselo e ilumine a esta gente.
en lo que a mí se refiere, espero que pueda y quiera disculpar mi atrevimiento, así como todos los fallos que habré cometido en este mensaje.
Muchas gracias por leerme, y sobre todo, por respetar y hacer respetar nuestro idioma.
Me sumo sinceramente al agradecimiento de otras personas que le han escrito comentarios, a la vez que me pregunto si se ha fijado en la penosa entonación que ejercen los actuales periodistas y reporteros de los informativos en las distintas televisiones españolas, públicas y privadas.
ResponderEliminarMe refiero a subir el tono cuando se acaban las frases, cerca de los puntos (seguidos o a parte), como si fuesen a continuar la frase con una conjunción copulativa, o cualquier otro nexo que permitiese utilizar ese tono alto, que no es el correcto para terminar las frases en castellano, a no ser que las normas linguísticas hubieran cambiado en ese sentido, desde que yo estudiaba "Lengua Española". Y le hablo sólo de este aspecto de nuestro idioma, pero si empezamos mencionando loísmo, laísmo, leísmo, dequeísmo, siqueísmo, el "bueno pues", blocar, en vez de bloquear, entreno, en vez de entrenamiento, el llamado "falso condicional" ("si yo tendría...", en vez de "si yo tuviera...", el uso de términos de otras lenguas (extranjeras y autonómicas) mientras están hablando en español (castellano) habiendo equivalente claro (govern, parlament, running, ...), etc., etc., me extendería demasiado en este mensaje.
¿Consideraría usted intervenir, en defensa de nuestro sufrido idioma, "abriéndoles los ojos" a estos periodistas y reporteros (lo de algunos/as reporteros es increíble, en cuanto a entonaciones raras), de forma que, al menos, fuesen conscientes de que no lo están haciendo bien, y que son un peligroso germen de propagación de sus malos usos hacia "el gran público" que escucha, y en buen aparte, absorve toda clase de vicios del lenguaje, o empeora los que ya tenía.
Se lo estoy pidiendo/sugiriendo a usted, por ser una autoridad en la materia, y tener más capacidad que un anónimo entusiasta de la lengua como yo, para poder llegar a influir, por ejemplo, en el ente público RTVE, haciéndole ver el problema, e intentar corregirlo.
Se trata simplemente de saber leer, y con más delito en el caso de estos profesionales, cuya herramienta laboral es ese idioma que maltratan, y me atrevo a asegurar que lo hacen por desconocimiento, es decir, que no saben que lo están haciendo mal. Por supuesto, ya sería el colmo si lo hiciesen adrede.
Se cuentan con los dedos de una mano los/as periodistas y reporteros/as que entonan de forma aceptable.
¿Quién los está enseñando a leer así...?, ¿...en la facultad...? ¿Se copian ese defecto unos/as a otros/as "por simpatía"?
Deberíamos tratar y fomentar nuestro idoma como lo hacen los hijos d ela Gran Bretaña, conscientes del valioso bien que tienen, y se hacen valer.
Por favor, piénselo e ilumine a esta gente.
en lo que a mí se refiere, espero que pueda y quiera disculpar mi atrevimiento, así como todos los fallos que habré cometido en este mensaje.
Muchas gracias por leerme, y sobre todo, por respetar y hacer respetar nuestro idioma.