Lo prometido es deuda. Comienzo con este artículo el
repaso/actualización de los publicados en el blog desde enero de 2012
hasta hoy:
“Todos podemos hablar delante de un público”. Hace tres años cuando comencé a escribir en
el blog dije que esta afirmación era la que me animó a crearlo. Para hablar
ante un micrófono hoy en día, no se exige tener una gran voz como antiguamente.
Sólo necesitamos saber utilizar la que tenemos. Hemos de convencernos de que
disponemos de la suficiente materia prima y no es necesario disfrazarla. Los
seres humanos nos comunicamos desde el día en que nacemos. Toda nuestra
existencia posterior es un entrenamiento de esta capacidad. Pero entonces, un
día, sucede que necesitamos comunicar algún mensaje importante, no ante una
persona o la pandilla de amigos, sino ante cientos, miles de personas:
¡Bienvenido
a la comunicación de masas!
Pero cuando estamos ante el público, por diferentes motivos, y en la
mayoría de los casos sin darnos cuenta, dejamos de ser nosotros mismos e
imitamos a otras personas. ¿Falta de confianza? ¿Miedo al ridículo? ¿No nos
gusta nuestra voz? ¿?
¿Por qué, en vez de copiar los vicios de los demás, no tratamos de mejorar
nuestra forma de comunicar, la que llevamos usando desde que nacimos?
Analicemos nuestras carencias, nuestros errores, nuestros vicios y
trabajemos para corregirlos. Mejoremos nuestra forma de comunicar. La nuestra,
única y personal. Seamos nosotros mismos y no imitemos. Adaptemos nuestra forma
natural de comunicar a la “Comunicación de masas”. De eso se trata.
En la actualidad, los medios de comunicación audiovisuales están llenos de
locutores artificiales, llenos de vicios, con entonaciones poco creíbles y
desgraciadamente nos estamos acostumbrando a ellos. La mayoría no han recibido
formación para ser locutores ¿será por eso que imitan?
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Y al contrario, ¿Si tengo una gran
voz puedo ser locutor? No nos confundamos. De la misma manera que no es
necesaria una gran voz para ser comunicador/ oral, el hecho de tenerla no te
faculta para ser locutor o locutora. El hecho de ser una persona muy alta no
quiere decir que seas un buen jugador de basket. Puedes llegar a serlo si practicas
y adquieres la destreza necesaria pero no por medir dos metros. Yo comparo a las
personas con una bella voz, que por poseerla creen ser locutores o
comunicadores orales, con los actores. Para un actor o actriz lo más importante
es saber interpretar lo mejor que pueda. Pero si además es guapo o guapa, pues
mucho mejor.
El buen locutor debe leer muy bien, vocalizar perfectamente, tener una dicción
excelente, controlar los diferentes elementos de la comunicación oral, el
ritmo, el silencio, el volumen, la interpretación, etc. Y si además tiene una
buena voz,… pues mucho mejor.
Puedes tener entre tus manos la mejor guitarra del mundo pero si no la
sabes afinar y encima no sabes tocarla…
“Todos podemos hablar delante de un público” pero con la necesaria preparación y sin dejar
de ser nosotros mismos.
Es cierto. Munchos nos dejamos llevar x la impresión
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