La semana pasada se celebró en
el colegio de mi hija la “semana de la cultura”. Dentro del completo programa
de actos su profe me pidió que, al igual que otros padres, participase con
alguna actividad relacionada con mi profesión. Tras barajar varias opciones, decidimos
proponer a los chicos una actividad que quiero compartir con vosotros porque
creo que puede ser un interesante ejercicio de creatividad. La idea en síntesis
es crear un micro relato con el objetivo final de convertirlo en un audio
relato.
Vaya por delante que ni soy
escritor, ni experto literario, ni nada que se le parezca. En la práctica del
colegio de mi hija la parte de redacción era responsabilidad del profesor y la mía
se ceñía a lo que conozco, el montaje de sonido y la locución, que para algo es
a lo que me dedico desde hace muchos años. Repito que el objetivo era crear una
pieza sonora a partir de un microrrelato que para los chicos debía de ser
original pues esto implicaba una práctica de redacción supervisada por su
maestro. Pero para el ejercido que os propongo aquí es perfectamente
válido un microrrelato escrito por otra persona aunque considero que el
resultado final es más gratificante si el texto está creado por uno mismo.
En fin, os invito a disfrutar
con la elaboración de un formato sonoro que me parece muy interesante y en
ningún caso voy enseñar cómo se crea un microrrelato.
Esta práctica se divide en tres partes
bien diferenciadas:
- . Creación o elección del microrrelato
- . Localización o creación de efectos y grabación de las voces
- . Montaje
Creación o elección del microrrelato
Para explicarle a la clase de mi hija
cómo llevar a cabo la práctica, decidí hacerlo sobre un ejemplo que es el que
voy a compartir aquí:
En primer lugar hay que inventar una
pequeña historia cuña lectura no supere el minuto de duración. Es importante
tener en cuenta al escribirla, o al elegir una que ya esté escrita, que el
objetivo final es convertirla en sonido y por lo tanto debe de incluir unos
elementos que faciliten ese propósito: personajes, sonidos determinados,
música, etc.
Inicialmente escribo la historia sin
detallar personajes ni otros elementos sonoros aunque ya los tengo en la
cabeza. Este es el microrrelato que a mí se me ocurrió:
Lucía era una niña de 10 años a la que
le encantaba escribir historias. Lo mismo imaginaba un comienzo en una fría
noche de tormenta, con rayos y truenos,… que en una expedición en lo más
profundo de la selva perseguida por un tigre… o en un aeropuerto a punto de
coger un vuelo con destino a Paris. Pero siempre que empezaba a escribir… su
madre le llamaba para cenar… y sus historias desaparecían.
En segundo lugar reviso el texto y hago
una “adaptación teatral” dando vida a los personajes y modificando levemente el
texto original. Así ya tengo creado “el guion literario”:
Guion literario
Lucía: Era una fría noche de tormenta, con rayos y truenos
No mejor… “Me encontraba de expedición en lo más profundo la selva
cuando escuché a pocos metros el rugido de un tigre…”
Uhm no, A ver así… “Ella se encontraba en el aeropuerto a punto de
Uhm no, A ver así… “Ella se encontraba en el aeropuerto a punto de
coger su vuelo con destino a Paris cuando por la megafonía
anunciaron…”
Madre: Lucía a cenar
Madre: Lucía a cenar
Lucía: Jo Mamá. Así no hay quien invente una buena historia.
Por último y antes de proceder a
la grabación de las voces crearé el guion técnico-literario en el que incluiré
los textos de los personajes y el resto de elementos sonoros que intervienen en
la historia (efectos de sonido y música). En esta ocasión he elegido el formato
europeo que consiste en diferenciar en columnas el apartado técnico y el
literario. En la columna de la izquierda escribiré cronológicamente los
diferentes elementos que intervienen en el audio relato y cómo lo hacen
(volumen, intensidad, duración, etc.) y en la columna de la izquierda los
textos de los personajes coincidiendo cada uno con el efecto o música que le
corresponde.
Localización o creación de efectos y
grabación de las voces
¡Ya tengo el guion! Ahora ya
puedo empezar a crear mi audiorrelato. Tengo que buscar los efectos de sonido
que necesito. Los puedo localizar en una librería de efectos o si no dispongo
de alguno, agudizo el ingenio e intento crearlo yo mismo. En muchas ocasiones
el sonido que produce un objeto doméstico se asemeja mucho a algunos de los
difíciles sonidos que necesitamos crear.
Para este ejemplo, necesito
efectos de tormenta con rayos y truenos, efecto de selva y rugido de tigre,
ambiente de una terminal de aeropuerto y un efecto de disco rayado.
Voy a tener suerte porque los
localizo rápidamente en la librería de efectos que tengo en el estudio. También
he decidido que suene una música al principio para dar comienzo al
microrrelato. He escuchado unas cuantas y ya he seleccionado una canción.
Y por fin, llega el momento de grabar
las voces. Si has creado o elegido un microrrelato con varios personajes,
tendrás que pedir la colaboración de alguna persona o atreverte a “desdoblarte”
y leer tú todos los textos con diferentes voces. En esta ocasión para el
ejemplo que nos ocupa he contado con mi hija a la que agradezco muchísimo que
participara pese a su notable resfriado y por supuesto a su madre que
interpreta una frase muy similar a la que utiliza todos los días a la hora de
la cena (no le faltaba entrenamiento).
Montaje
Llegamos a la última parte de
esta práctica. Se supone que ya hemos grabado todas las voces, hemos localizado
y, si es necesario, grabado todos los efectos y tenemos preparada la música.
En este punto conviene dejar
claro algo importante: Hoy en día el locutor profesional necesita saber
utilizar un software multipistas o, dicho de otra manera, necesita saber hacer
montajes de audio con diferentes elementos. Hay muchos Programas en el mercado
y todos tienen seguidores y detractores (Adobe Audition, ProTools, Cubase,
Sonar, etc.). Si aún no los utilizas elige el que más te guste, o el que más te
aconsejen, y aprende a manejarlo.
El locutor profesional debe de ser versátil
ante el micrófono pero también en la parte técnica. Si queremos dar un servicio
completo y de calidad hemos de dominar todo el proceso de una grabación. Por
eso, doy por hecho que sabes manejar un programa de edición, pero que también
sabes un programa multipistas y deseo que tú con tu creatividad hagas un
fantástico montaje. Para mí el montaje es un arte donde interviene la
creatividad, la sensibilidad y por supuesto la experiencia y los conocimientos
técnicos. Un buen montaje depende de pequeños detalles, de la mezcla de
volúmenes, del comienzo o el final de determinados elementos sonoros. En ocasiones
el resultado óptimo depende de mover un milímetro uno de los sonidos o de subir
o bajar un decibelio alguna pista.
Espero que la propuesta os sirva para practicar.
Éste es el que yo utilicé para la
práctica en el cole de mi hija: